Venezuela, 30 de
marzo de 2016
Querida amiga:
Creo que a veces son necesarias
ciertas palabras de aliento, cierto apoyo literario que nos ayude a avanzar y a
ser libres. Hoy querida amiga, quería regalarte algo de mi literatura. Que más efímero
recuerdo que un par líneas que te hagan sentir completa y llena de dicha. Feliz
cumpleaños querida, estas palabras plasmadas en esta esta hoja son infinitas,
tiene lectura en cualquier momento o situación que así tú lo desees, son
expresiones sin límite de tiempo. Espero te gusten.
El universo creó maravillosos
espacios, cosmos, con infinidad de elementos, cada uno peculiar y con esencias
maravillosas. Estas esencias, más allá de su olor, son seres tajantes y
sensibles, pasan de ser aire para convertirse en masa. Cuando Dios creo el
universo, los espacios, la vida, no solamente trajo esencias, ya que a pesar de
ser éstas casi perfectas, siempre hace falta un complemento. En este caso la
luz penetró los laureles del universo. Estos se transportaron desde
profundidades lejanas para complementar las esencias que rodean los elementos
más hermosos de la naturaleza, como el reflejo de un espíritu en el agua. Al
juntar estas metáforas, el ser humano empieza a tomar forma, todavía no es
vida, por lo menos no completamente. Para lograr vida necesita crecer, como una
semilla en un tarro de compota o como el amor en corazones ajenos, necesita
completar fases y frases, lecciones y misiones; necesita convertirse en un todo
para poder tener vida.
Ahora bien, cuando empezamos a juntar todas estas maravillosas piezas que el universo nos regala, empezamos a integrarlas y fundirlas y nos quitamos la invisibilidad; la luz nos permite que cada elemento restante del universo nos puede ver. La esencia que nos acompaña todos los días nos permite ser palpables ante nuestro iguales, ya que no existen diferencias entre unos y otros, solo universos paralelos. Entonces ¿Si todos estos elementos hacen posible nuestra existencia, porque nos olvidamos de ellos? Cuando Dios nos creó lo hizo sin esperar nada a cambio, nos hizo perfectos, el universo nos bendijo desde el momento en el que fuimos creados y al entrar en universos paralelos nos amoldamos a estos y olvidamos nuestra esencial real, nuestra luz infinita, nos volvemos individuos y dejamos de ser seres.
No olvides tu propósito, naturaleza y luz en este universo. No permitas que cambien tu camino por ilustraciones ajenas, no dejes que tu esencia se convierta en un simple olor matutino, cultívala, el mundo necesita verla más a menudo y tu luz… no dejes de brillar jamás, el universo te otorgo un astro para ti sola, te obsequio colores, texturas y sentidos infinitos; te hizo una mujer de muchas capacidades y fuerza, ha puesto en tu camino pruebas que has pasado con éxito y te ha regalado amores eternos. Continúa escribiendo tu historia en este maravilloso libro de la vida, llénalo de cartas, poemas, lágrimas, risas y mucha luz, todo esto será producto de tu esencia.
No busques adelantarte a nada, simplemente lleva cada letra, cada página, cada capítulo como si se tratara de un episodio especial, incluso si no lo es. Enamórate de tu vida, de tu historia; el universo te lo agradecerá infinitamente; para eso te creó, para que fueses vida, luz y esencia.
Ahora bien, cuando empezamos a juntar todas estas maravillosas piezas que el universo nos regala, empezamos a integrarlas y fundirlas y nos quitamos la invisibilidad; la luz nos permite que cada elemento restante del universo nos puede ver. La esencia que nos acompaña todos los días nos permite ser palpables ante nuestro iguales, ya que no existen diferencias entre unos y otros, solo universos paralelos. Entonces ¿Si todos estos elementos hacen posible nuestra existencia, porque nos olvidamos de ellos? Cuando Dios nos creó lo hizo sin esperar nada a cambio, nos hizo perfectos, el universo nos bendijo desde el momento en el que fuimos creados y al entrar en universos paralelos nos amoldamos a estos y olvidamos nuestra esencial real, nuestra luz infinita, nos volvemos individuos y dejamos de ser seres.
No olvides tu propósito, naturaleza y luz en este universo. No permitas que cambien tu camino por ilustraciones ajenas, no dejes que tu esencia se convierta en un simple olor matutino, cultívala, el mundo necesita verla más a menudo y tu luz… no dejes de brillar jamás, el universo te otorgo un astro para ti sola, te obsequio colores, texturas y sentidos infinitos; te hizo una mujer de muchas capacidades y fuerza, ha puesto en tu camino pruebas que has pasado con éxito y te ha regalado amores eternos. Continúa escribiendo tu historia en este maravilloso libro de la vida, llénalo de cartas, poemas, lágrimas, risas y mucha luz, todo esto será producto de tu esencia.
No busques adelantarte a nada, simplemente lleva cada letra, cada página, cada capítulo como si se tratara de un episodio especial, incluso si no lo es. Enamórate de tu vida, de tu historia; el universo te lo agradecerá infinitamente; para eso te creó, para que fueses vida, luz y esencia.
Abrazos infinitos.
Xx, Marisa.